viernes, 21 de marzo de 2008

Cielo, mi cielito lindo

Ayer a la noche mi niño lloriqueaba moquiento y cansado... Apoyado en mi pecho comenzó a prestar atención a la guitarra de mi viejo que le inventó (así, galopando en cuero nomás) una canción de cuna libertaria con la música de Cielo de los Tupamaros. Francisco se durmió y yo pensé y sentí que la guitarra de mi viejo es la más dulce y cojonuda de todas.

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